Los analgésicos opioides pueden ser muy útiles para el dolor de corta duración, como el día después de la cirugía o los primeros días después de una fractura de hueso. Pero en la mayoría de los casos, los analgésicos opioides, como OxyContin y Vicodin, no funcionan muy bien para aliviar el dolor que dura más de unos días. Los dolores de articulaciones, de espalda, de cuello, de nervios, de cabeza y de estómago son algunos ejemplos de las afecciones médicas difíciles que no se pueden aliviar mucho (o nada) con los analgésicos opioides.
Además, usar los opioides por más de unos pocos días o semanas puede producir efectos secundarios desagradables y aumentar el riesgo de tener una adicción. Otros tipos de medicamentos o métodos para controlar el dolor que no impliquen usar medicamentos suelen ser opciones mejores en estos casos.
El ejercicio, los cambios en el estilo de vida, la terapia conductual, la acupuntura y los masajes pueden reducir significativamente el dolor y hacer que sea más fácil cumplir con las actividades cotidianas.
Habla con tu médico
Si estás teniendo dificultades con un dolor crónico, habla con tu médico sobre las opciones que cubre tu plan. En muchos casos, existen opciones que pueden funcionar igual de bien o mejor que los opioides, pero sin los riesgos de los efectos secundarios o la adicción. También puedes repasar el Manual del Miembro o comunicarte con los servicios para miembros al 888-257-1985 (TTY: 711), de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. para conocer más sobre los beneficios cubiertos.