Crecer no es fácil. Ser adolescente (de 12 a 21 años) hoy en día es más difícil que nunca. Aunque muchos adolescentes son jóvenes y saludables, es importante que acudan a su proveedor de atención primaria (PCP, por sus siglas en inglés) para una visita de bienestar.

Durante estas visitas, el PCP de su hijo adolescente puede:

• Examinarlo para detectar problemas de salud
• Aplicarle las vacunas que su hijo adolescente pueda necesitar para la escuela, los campamentos, el trabajo o la universidad
• Verificar el crecimiento y desarrollo de su hijo adolescente
• Hacerle saber qué cambios puede esperar a medida que crece
• Hablar sobre los sentimientos de su hijo adolescente y de cómo puede distinguir los altibajos normales de los problemas más graves
• Brindar asesoramiento, remisiones y tratamiento según sea necesario
• Hablar con usted y con su hijo adolescente sobre el valor de un estilo de vida saludable
• Verificar acerca de comportamientos de riesgo, presión de grupo, medios sociales y acoso psicológico
• Hablar con su hijo adolescente sobre lo que debería hacer si está enfermo, si tiene problemas o si simplemente quiere comunicarse con él

Para sacar el mayor provecho de la visita de niño sano:

• Recuerde que su hijo adolescente está creciendo y debe empezar a tomar las riendas
• Traiga el registro de vacunas, si los tiene
• Esté preparado para llenar algunos formularios sobre su hijo o su familia
• Traiga cualquier formulario que deba ser llenado por el PCP, como los formularios para la escuela y deportes
• Lleve una lista de las preguntas que pueda tener
• Anime a su hijo a hacer preguntas
• Deje al adolescente un tiempo a solas con el PCP si es necesario

Tenga en cuenta que estas visitas ayudan a su hijo adolescente a desarrollar una relación con su PCP. Los adolescentes sienten curiosidad por su cuerpo y su salud y consultan en Internet y escuchan a sus amigos al respecto. Una visita de bienestar les da la oportunidad de hablar con su PCP sobre muchas cosas: los efectos del ejercicio, la dieta, el tabaquismo, cómo pueden mejorar en la escuela o con las relaciones, y mucho más.

A menudo es difícil que los jóvenes se abran cuando las cosas van mal. Saber que su PCP es una persona a la que pueden acudir en caso de que ocurra algo puede tranquilizarle tanto a usted como a su hijo adolescente. El PCP de su hijo es una persona en la que su hijo adolescente y su familia pueden confiar para recibir orientación. El PCP está ahí para ayudar a su hijo adolescente a convertirse en un adulto saludable.